Los calurosos meses de verano tienen una cara y una cruz para tu piel. Hay efectos que son bienvenidos y otros que no le vienen demasiado bien a tu cutis. ¿Los conoces?
- A favor -Existe una mayor humedad ambiental en las zonas costeras, lo que contribuye a mantener la piel más hidratada.
-En general, optamos por una alimentación más rica en fruta y verduras -¡el delicioso gazpacho, por ejemplo!-, lo que también aumenta la hidratación.
-Sudamos más, lo que contribuye a mejorar el manto hidrolipídico de nuestra piel.
-Al usar menos maquillaje, en general, dejamos que la piel respire libremente. - En contra -El exceso de sol es tal vez el efecto más perjudicial. Cuanto más, peor, pues arruga, deshidrata y causa manchas.
-El aire acondicionado tampoco es un gran aliado, por su gran poder deshidratante.
-La pérdida de agua insensible a través del sudor si no se compensa con la ingesta extra de líquido.
-El agua clorada de las piscinas, así como el salitre del agua marina.
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