Maya Hansen no defraudó, los famosos corsés de la diseñadora convirtieron la pasarela madrileña en un rememorarlas calles del Nueva York de los años 50. El jazz, la oscuridad y sobre todo las femme fatale se subieron a la pasarela Cibeles.
Pero Hansen no ha querido centrarse sólo en sus famosos corsés y ha experimentado también con los vestidos, las capelinas y los socorridos blazers, y el experimento no le ha salido nada mal. El terciopelo, el mikado y la polipiel, los materiales más deseados por Maya que sabe combinarlos para hacer las delicias de sus incondicionales.
La madrileña quería demostrar con esta colección que los corsés se pueden combinar con todo y así lo ha demostrado en la pasarela. Las prendas negras y grises se entrelazan con los rojos más vivos, los azules eléctricos y los plata, una colección que evoca épocas pasadas mezcladas con la modernidad que caracteriza a Maya Hansen.
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